TABERNA

| nº 194 | diciembre 2020
TABERNA Imagen 1

(Artículo escrito durante el cierre hostelero)

Desde tiempos antiguos la taberna ha sido refugio del pensamiento crítico y hoy finalizando este 2020, año aciago para estas, vengo a reivindicar su lugar.

Las Public Houses en Britania, bien llamadas así por tener la obligación de acoger a todo tipo de viajero en unas mínimas condiciones de hospitalidad, traducidas en; bebida, comida y cierta salubridad, dieron el pistoletazo de salida a estos lugares donde refugiarse de las contiendas de la vida.

El intercambio de culturas también comenzó en estos PUBs, donde los viajeros de remotos lugares confluían en armonía veces y a la gresca otras, compartiendo opinión a ratos, conocimiento constantemente y alcohol siempre.

Pub en Britania, Osteria en Italia, Tasco en Portugal, Kneipe en Germania, palabra proveniente del hebreo “Beijt” que significa “casa”. Todas evocan lo mismo, hogar.

Existe en Euskal Herria una figura paralela que a mi parecer define claramente el carácter basco, la Sagardotegi. Antiguos baserris con ingente producción de sidra que ofrecían a sus vecinos “pitharra” a cambio de txanponas. Los vecinos no eran de muy lejos seguramente, pero esa interacción en la taberna, fue y ha sido siempre, lo que nos ha sacado de la caverna.

Se han gestado revoluciones, subversiones, alzamientos y movimientos de todo tipo al calor de un vaso de alcohol en el antro de turno. Tremendas trifulcas también, por supuesto, al calor, calor, todo el mundo se quema, pero es indudable el lugar que ocupan los bebederos oficiales y clandestinos en el ideario social: son matriz popular.

Por este motivo y al hilo del cierre FORZADO de la hostelería quisiera remarcar su importancia en el contexto político actual. Sin bares, NO disponemos de lugares de encuentro de OPINIONES, DISCUSIONES, DIVAGACIONES.

Por que, señoras y señores, nadie se pone a dar su opinión sobre la situación actual en la panadería, frutería o caja de ahorros habitual, no vaya a ser que moleste al personal.

Dicho todo esto y con todas las medidas cautelares, de prevención y retención crítica que haya que tomar;

“ABRID LOS BARES YA”

Nosotras desde OSOA solo podemos proponer un reconstituyente altamente valorado en cualquier ostatu que se precie, eso sí, en su versión sostenible, económica y pacificadora.

 

OSOA BATZURIZOPA

(Versión vegetariana que utiliza lentejas estofadas. El sabor es gratamente reconfortante)

 

INGREDIENTES:

  • Lentejas estofadas con verduras (Utilizaremos las sobras para hacer el caldo)
  • Pan del día anterior o del otro (Preferimos no usar sopaco por la acrilamida, pero allá cuidaus)
  • Una cabeza entera de ajos (O la cantidad de ajos máxima permitida en vuestro hogar)
  • Huevos de caserío (Por Dios bendito que prime el sabor y no el color, amarillo naranja en yema, NO EXISTE)
  • Aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta negra y complementos al gusto.
  • Amor incondicional por la sopa de ajos

 

MÉTODO:

Calentar las lentejas en cazuela y añadir agua. Triturar con turmix. Rectificar.

Trocear el pan y tostarlo en el horno si hiciera falta.

Chafar y pelar los ajos. Picar o laminar al gusto.

En cazuela amplia, sofreír el pan, los ajos y el aceite de oliva hasta aromatizar toda la casa. Comienzo a tararear.

Añadir el caldo a poquitos, para que el pan lo vaya absorbiendo. Remover constantemente para desmenuzar el pan y empaparlo todo de amor. Canto a Laboa.

Cuando la sopa tenga la consistencia deseada, casca los huevos y revuelve el mundo.

Emplata y si te animas, termina con un irrintzi. Seguro que todos vuelan a la mesa.

 

 

  

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ANNE OTEGI

OSOA sukaldaritza&ikaskuntza
info.osoa@gmail.com