Miércoles, 24 Abril 2024

MESÓN LUGARITZ: DE LO QUE NO HAY

JAKITEA Gure Betiko Sukaldaritza

 

MESÓN LUGARITZ: DE LO QUE NO HAY Imagen 1

El Mesón Lugaritz es uno de esos establecimientos de los que quedan pocos, muy pocos. Escondido, discreto, visto del exterior parece el típico local en el que no vamos a encontrar más que café, cerveza, vino y la típica oferta escueta de cualquier bar sencillo de Donostia.

Pero una vez dentro, la sorpresa es mayúscula. Si pedimos algo de pikoteo es posible que nos ofrezcan unas sardinas marinadas en casa que nos harán rozar el cielo, o un pa amb tumaca con una rodaja de jamón ibérico de los Pedroches digna de cortar el hipo... o tal vez un contundente chorizo criollo... el amante de la gastronomía enseguida se dará cuenta: Aquí hay gato encerrado.

Para salir de dudas, lo mejor es pedir mesa (si es que hay alguna libre entre las cinco con que cuenta el comedor) y quedarse a comer. Mamen Beraiz nos dejará, junto a una amplia y contagiosa sonrisa, una hojita de papel en la mesa con las sugerencias del día manuscritas de manera sencilla y escueta en ella: Mejillones, Sardinas, Morcilla, Bacalao a la plancha, Antxoas, Txipis a la plancha, Callos, Rabo, Albóndigas, Chuletillas, Presa ibérica, Lengua rebozada, Solomillo ibérico... Dios mío!!! ¿Qué pido???

Todo está de muerte en el Mesón Lugaritz, así que no hay otra, o lo echamos a suertes o nos dejamos aconsejar. Al ser dos, pudimos pedir varias cosas y compartir, la opción más recomendable si acudimos a este local.

El desfile comienza con un detalle de la casa. Una pequeña ración del mejor lomo que hemos degustado en mucho tiempo. Para beber, nos dejamos aconsejar: Un Muñarrate de Solabal, el vino de la casa. Fresco, afrutado, goloso... peligrosísimo.

Tras el lomo, unas sardinas marinadas en casa. La ración la componen cuatro hermosas piezas. Pocas antxoas hemos comido más suculentas que estas modestas, pero inigualables sardinas.

Pasamos a palabras mayores. Todavía era fin de verano así que había pochas navarras en su mejor momento. Mertxe Beraiz, hermana de Mamen, demuestra en este plato que la cocina tradicional no tiene secretos para ella. Untuosas, cocidas en su punto ideal y sin subterfugios: un poco de cebolla, una pizca de zanahoria y pimiento verde y guindillas para acompañar. De comer a paladas.

Mamen insiste en que probemos las bolitas de bacalao y las empanadillas caseras, cosa de la que no nos arrepentimos, y pasamos al txipirón a la plancha, bien descrito en la nota porque es uno solo... pero menudo txipirón.

Seguimos con una ración de callos de esos que ya no se encuentran, caseros, gelatinosos, gustosos... seguidos de una ración de rabo ante cuya ternura y sabor no nos queda otro remedio que descubrimos.

Un poco de cuajada casera, y terminamos con un cafetito y la agradable conversación en barra de Antonio Cano. Sí hombre, hermano de los Cano de la calle Iñigo, los de los bares “Etxebe”, ¿pues qué se creían? La profesionalidad y la elegancia, sobre todo la elegancia, son dones que están en los genes. Ah, y si les gustan los puros, Antonio les proveerá y la terraza del bar hará el resto.

Imprescindible, inigualable, increíble... no sabemos cómo definir al Mesón Lugaritz. Pásense de nuestra parte cuando quieran y nos lo comentan.

 

MESÓN LUGARITZ

Avda Tolosa, 79 (El Antiguo) - DONOSTIA-SAN SEBASTIÁN
Tf: 943 21 85 03